En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política
Carlos Jauregui (1957-1996)
Eventualmente iba a llegar este tema ¿no? Era obvio. Más o menos intenté ubicarlo cerca de lo que sería el onomástico de San Puto es decir cerca de la Marcha del Orgullo de la Ciudad de Buenos Aires, que como todos saben, es el primer sábado de noviembre.
Escribir sobre el orgullo es un camino personal y espinoso. Tengo muchos pensamientos e ideas sobre el valor del orgullo a nivel yo mismo y a nivel comunidad LGBTT+ y creo que es mejor expresarlos no como un texto largo y coherente -cosa que no me salió nunca pero lo intento- sino creo que es más sincero -y también divertido- expresarlo a través de unas notas sobre el orgullo, a lo Susan Sontag -quién me creo que soy- así que sin mucho preámbulo, estas son las notas sobre el orgullo de Sublime Obsesión:
1. El orgullo es político. Arrancamos fulero, si, pero es la verdad. El orgullo es político. No confíen en nadie que les diga lo contrario porque o es tremendamente inocente y todavía no entiende por qué lo es o es una persona LGBTT+ de derecha que te dice que no es político porque en el fondo cree que politizar el orgullo es de zurdos. El orgullo es político desde el momento en que decidimos organizarnos para reclamar seguridad, igualdad y derechos, desde que se tiró la primera piedra en Stonewall, desde que se organizó la primera marcha del Orgullo. Nunca olviden lo siguiente: the first pride was a riot (la primera marcha del orgullo fue una revuelta). Hay mucha gente que tiene una imagen muy ficcionalizada sobre lo que es hacer política, que la política la hacen unos señoras con traje y corbata en alguna dependencia gubernamental. No, la política comienza cuando la gente se organiza con un fin común. Cuando en 1969 se produjeron los enfrentamientos de Stonewall y después la primera marcha del orgullo, la comunidad LGBTT+ de Nueva, York comenzó un largo proceso político en que todavía nos encontramos peleando que fue la dejar de ser personas que vivien en los márgenes de la sociedad para pasar a formar parte de ella y ser parte de ella implica ser aceptados tanto por nuestra sexualidad como por nuestra identidad. Nunca olvidemos que la primera persona que tiró una piedra en Stonewall fue una mujer trans.
2. El orgullo es necesario. Yo supongo que si elegiste leer Sublime Obsesión ya tu cabeza está seteada a favor de las cosas buenas y no tengo que andar aclarando por qué el orgullo es necesario pero creo que nunca está de más, tal vez lo sepas pero no sabés cómo articularlo o lo sentís pero no sabes por qué. Seguro lo viviste o lo leíste o lo escuchaste: una persona de muy malos modos pregunta “¿por qué tienen que andar por la calle celebrando el orgullo si yo soy heterosexual y no ando organizando una marcha?” y la respuesta a eso tiene varios puntos. Primero: hacé una marcha, macho, qué sé yo, me chupa un huevo. Igual nunca lo van a hacer porque es muy fácil boquear y muy dificil organizar una marcha, solamente quieren hacerse ver como un nene caprichoso teniendo un berrinche. Segundo: la marcha del orgullo es, antes que nada, la celebración del verdadero ser de uno mismo frente a la opresión. El orgullo no existe en el vacío sino que es una respuesta, es un mensaje. Vivimos en una sociedad opresora, pacata y con resquemores de lo diferente, tal vez menos que en otras épocas pero hay cosas que siguen impregnadas en lo profundo del tejido social. El orgullo es necesario porque es la proclama de que no vamos a dar el brazo a torcer, de que seguimos en la búsqueda total de la igualdad, de que buscamos los mismos derechos que las personas cisheterosexuales y, sobre todo, que bajo ningún punto de vista vamos a dejar de ser como somos. El orgullo es, ante todo, una declaración de principios.
3. Algunos de mis gay icons en películas: Faye Dunaway en Mommie Dearest, Dorothy Malone en Written On The Wind, Judy Garland en A Star Is Born, Rosalind Russell en Auntie Mame, Elizabeth Berkley en Showgirls, las tres protagonistas de Valley of the Dolls, Lana Turner llorando y manejando en The Bad and The Beautiful, Barbara Stanwyck en Double Indemnity, Bette Davis en All About Eve, Simone Simon y Edwige Feuillère en Olivia, Julie Christie en Darling, todas las películas de Barbra Streisand, especialmente The Way We Were, Funny Girl y What's Up Doc, todas las mujeres que protagonizaron películas de Almodóvar, Meryl Streep y Goldie Hawn en Death Becomes Her, las tres protagonistas de El Club de las Divorciadas, Nacha, Valeria y Susana haciendo el número de El Club de las Divorciadas, todas las actrices de 8 Femmes, Shirley Maclaine en Sweet Charity y Postcards From The Edge, Liza Minnelli en Cabaret, Cate Blanchett en Carol, Brigitte Lin con la peluca rubia en Chungking Express. Todas las actrices que actuaron en una película de Rohmer. Alicia Silverstone en Clueless. Toda la existencia de Marlene Dietrich.
4. No me gusta el arcoiris. Listo, lo dije. Tengo un par de problemas con el arcoiris, en realidad. Lo básico: estéticamente me parece espantoso, perdón. Esto es un gusto personal (ya vamos a hablar sobre gustos próximamente) pero nunca vi algo coloreado de arcoiris que me parezca lindo. Tal vez un arcoiris de verdad en el cielo pero hasta ahí. Tengo un segundo problema con el arcoiris y este es el problema de verdad, más allá de la boludez estética. Es un problema simbólico: creo que el arcoiris quedó completamente vacío de significado por una mezcla de causas. Por un lado está la sobreexplotación del símbolo por parte de las empresas que quieren hacerse las aliadas y en realidad lo que están haciendo es rainbow washing, esto quiere decir que se visten de arcoiris para venderle productos a la comunidad LGBTT+ pero que en realidad lo único que quieren es ganar plata porque no están haciendo nada para generar un cambio real ni puertas adentro de sus empresas ni contribuyendo con las causas que todavía aquejan a la comunidad. Así que ya saben, antes de comprar una taza de arcoiris que diga "love is love" piensen si esa empresa no está solamente buscando el billete de una persona LGBTT+ y si algo de esos billetes los vuelca a la comunidad. Por otro lado también creo que el arcoiris es un símbolo que quedó pegado a todo ese grupo que mencioné arriba, a los "despolitizados" -que en realidad son putos de derecha- que ven al orgullo como una causa individualista, los que le dicen prideeee al orgullo porque se creen que están en Nueva York, a los que creen que el orgullo nomás es ir a la marcha con su arnés sin plantearse por qué uno está ahí. En definitiva creo que el arcoíris como símbolo quedó vacío y ya no representa las complejidades de una comunidad que está constantemente evolucionando. O podemos volver a reclamarlo o podemos crear nuevos símbolos (que ya los hay, obviamente)
5. Algo que tenemos que entender como unidad es que, si bien estamos peleando por la igualdad, no estamos todes en el mismo nivel de desigualdad dentro de colectivo LGBTT+. Quien escribe estas palabras es un hombre cis gay de clase media lo cual me coloca en un lugar diferente al de las personas travestis y trans de nuestra comunidad. Yo me encuentro en un espacio de mayores privilegios, incluso dentro del mismo colectivo. Al mismo tiempo que yo tengo una existencia tal vez más cómoda todavía la esperanza de vida de las mujeres travestis y trans sigue siendo de 35 años. Son víctimas de violencia transodiante, institucional, médica, laboral. Es nuestro deber como colectivo ponerlas a las personas trans al frente de nuestra lucha y acompañar el reclamo de que se cumpla el cupo laboral trans que permita que muchas mujeres trans puedan dejar la prostitución como forma de vida. Exigir el apoyo a instituciones como el bachillerato Mocha Celis que permite que personas trans que fueron excluidas del sistema escolar por discriminación puedan volver a estudiar y formarse. Seguir defendiendo el derecho a la identidad ahora que está de moda ser un facho de mierda. Nadie existe en una burbuja dentro de una comunidad.
6. No, los putos no somos mascotas ni te vamos a acompañar a comprarte ropa ni vamos a ir caminando detrás tuyo sosteniéndote las bolsitas. En la historia de los medios se creó una imagen del GBF (Gay Best Friend) que es un personaje completamente plano que vive por y para la protagonista, para rescatarla, vestirla, maquillarla, admirarla. Eso permeó en el inconsciente de muchas personas que no crecieron en contacto con gays de carne y hueso por lo que después creen que son Carrie Bradshaw y que cualquier gay que se crucen, ya de adultas, es un Stanford. No es culpa de las chicas que creen que cualquier gay va a ser su mascota sino que es culpa de los medios por la presentación tan unidimensional de los gays. El mejor amigo mascota, el peluquero picante que te hace la transformación, un gay x que chasquea los dedos. No digo que estas personas no existan pero incluso ellos también son multidimensionales, mucho más de lo que se muestran en las películas y series.
7. Recordatorio: jamás de los jamases, nunca jamás, saquen del closet a alguien. Obviamente jamás lo hagan por maldad o venganza pero, todavía más importante, jamás lo hagan como forma de “”””ayuda”””” porque creen que están haciendo un favor o porque la otra persona está sufriendo o porque creen que no está viviendo su verdadera vida, etc. Cada salida del closet es tremendamente personal y uno nunca sabe cuáles son los laberintos mentales que está transitando la otra persona o cuáles son las condiciones familiares, laborales, sociales en las que vive. Cada uno sale del closet como quiere y, sobre todo, como puede.
8. Hace poco me enteré de que Francis Bacon era gay y no solamente eso sino que cuando era chico el padre hacía que los empleados de los establos le peguen con una fusta y después creció y se convirtió en un sadomasoquista super intenso. Me parece maravilloso que todo eso se pueda ver en su obra. Muy icónico.
9. Algo que un día tenemos que sentarnos a discutir y que no podemos ignorar es que la misma comunidad LGBTT+ está llena de problemas internos. Yo creo que los que peor estamos somos los de mi rama, los gays. Entre lo sectarios y discriminadores que somos entre nosotros, la forma en la que nos atacamos. Yo siempre digo que veo el proceso hermoso que recorrió el feminismo, en el que se discutieron un montón de cosas, sobre no hablar del cuerpo ajeno, sobre apoyarse unas a otras, sobre el respeto y creo que los gays, al menos, nos debemos un proceso de reflexión similar donde podamos ver en qué venimos fallando y cómo lo podemos reparar. Somos todavía una comunidad joven, hace poco más de treinta años que la OMS sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, recién ahora a lo largo del mundo estamos ganando derechos pero que esto no nos permite volvernos hacia atrás y hacernos pensar en lo que estamos haciendo y cuál es nuestro futuro.
10. Hay algo que siempre me pareció muy hermoso de la marcha del orgullo es que si bien hay reclamos muy importantes también es una fiesta. ¿Cuántas marchas hay en el mundo que sean para celebrar algo y no para reclamar cosas tristes?
11. Hay muchas canciones que tratan sobre temas LGBTT+ más explicitamente como por ejemplo Mujer Contra Mujer o La Isla de Lesbos pero a mi me resulta mucho más divertido cuando la comunidad adopta canciones que tal vez no son tan literales sobre nosotres pero que si las adoptamos las podemos transformar en himnos propios. Alaska cantando A Quién Le Importa, Ana Gabriel con Amigos Simplemente Amigos, en Puerto Pollensa, por ejemplo, nunca está dicho que se la está cantando a otra mujer pero con Sandra lo sabemos.
12. Hay un tweet que dice que a los gays el universo le asigna a los 13 años una mujer del mundo del espectáculo a la que van a querer y defender con devoción. La mía es Kylie Minogue.
13. Algunos de mis gay icons musicales: Kylie, Madonna, Donna Summer, Björk, Alison Goldfrapp, Kate Bush, Judy Garland, Cher, Dolly Parton, Raffaella, Jeanette, Beyoncé, Mina, Dalida, Maria Callas, Caroline Polachek, Jessie Ware, Kim Petras, Françoise Hardy, Maria Daniela, Dusty Springfield, Blossom Drearie, Dionne Warwick.
14. Algo que hablé en “Love to Love You Baby: el placer” fue la forma en la que los boliches se convirtieron en lugares de peregrinación de la comunidad LGBTT+ donde uno se podía encontrar con personas similares que compartían la misma devoción. Esto también pasa en la marcha del orgullo donde entre todes formamos una sola unidad. Lo más hermoso y subversivo de la marcha es que lo hacemos a plena luz del día en el centro de la ciudad. Estamos acá, no necesitamos de la oscuridad porque ya no nos escondemos, ya no hay más clandestinidad. Esto es una fiesta, esto es el orgullo.
15. Otro recordatorio: acusar a un hombre homoodiante de ser un homosexual enclosetado es un insulto para los gays. No quiero que me vengan con sus razonamientos de “no, en realidad lo que quiero decir es que…” no, está mal. Están usando el ser gay negativamente porque, aparte, no lo dicen de manera preocupada “tiene tanto odio porque es una persona que tiene problemas con su sexualidad”, lo usan como un insulto “odia porque se quiere chupar una pija, putoooo”. Háganse cargo de sus heterosexuales odiantes porque al final pareciera que siempre la culpa es de los putos.
16. No me gustan las palabras homofobia, transfobia y similares. Hay una explicación para esto y la escribió muy brillantemente Marlene Wayar en Furia Travesti, libro que debería ser de lectura obligatoria, que paso a citar acá: “...no se trata de fobias. Tiene que ver con esa idea colonizada de que el otro nos tiene miedo, de que el travesticida, lesbicida, homocida actúa en base al odio por miedo. Este concepto de la fobia, simbólica y jurídicamente, es muy peligroso y además es erróneo. No nos agreden, golpean y asesinan porque nos tengan miedo. (...) Además, una vez dominadas y vulneradas, hay una decisión extra de ejercer torturas, golpes y demás prácticas humillantes que termina en la muerte. Esto no es por miedo; es por odio. Instalar la idea de fobia, miedo al otro, abre la puerta a que se los piense disculpables: es tanto el miedo, que se han visto obligados a matarnos”
En definitiva, para ir cerrando, aguante la comunidad LGBTT+, aguante el orgullo. Si, estamos llenos de problemas como en las mejores familias pero es hermoso saber que nos tenemos los unos a los otros. Parafraseando a una RuPaul llorando en Drag Race “Nosotros como gays podemos elegir a nuestra familia” y esta es la que me tocó. Y a veces terminamos discutiendo por política en el asado del domingo pero en el fondo nos queremos. Lo más importante es tener en claro cuáles son nuestros objetivos y que estamos tirando para el mismo lado. La lucha nunca se acaba, lamentablemente, y más ahora que tenemos muy cerca de gente que tiene los bríos de querer pasarse derechos por el culo. Nunca aflojemos, mis amores, y mucho menos en este momento.
Este formato de Sublime Obsesión es un poco caótico pero también son caóticas las cosas que tenía para decir sobre el orgullo. Hoy no hubo tanto de productos culturales pero porque quería aprovechar este espacio para aclarar un montón de cositas que siempre tengo dando vueltas por la cabeza y, después de todo, este es MI multimedio. Si quieren que charlemos algo de todo esto, si tienen dudas o si algo no les gustó, pueden contactarme tranquilamente, charlemos, abrámonos las cabezas. Hay un montón más de cosas para decir que hoy quedaron afuera. Tal vez sea la primera parte y tal vez este formato se repita. Quién sabe, estamos experimentando como el pibe con novia que te habla a las 2am.
Nos vemos en la marcha. Nos amo.
Orgullosamente suyo,
Joel 💋
Editor en jefe de Sublime Obsesión