Ya en Buenos Aires había aprendido a conocer a la gente cuando, junto con Jorge, recorríamos las calles y lugares buscando un futuro de trabajo y nos dimos cuenta de que bajo la máscara de seriedad y amistad de los que andaban cruzando la mano sobre la bragueta para exaltar su machismo, que tras las caras estucadas y arrugadas de los ejecutivos, de los padres de familia, había mil aberraciones y mil bajos instintos.
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El mejor país del mundo: Argentina (4. El…
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Ya en Buenos Aires había aprendido a conocer a la gente cuando, junto con Jorge, recorríamos las calles y lugares buscando un futuro de trabajo y nos dimos cuenta de que bajo la máscara de seriedad y amistad de los que andaban cruzando la mano sobre la bragueta para exaltar su machismo, que tras las caras estucadas y arrugadas de los ejecutivos, de los padres de familia, había mil aberraciones y mil bajos instintos.