Hace poco me di cuenta de algo: desde el principio yo aclaré quel la razón de ser de Sublime Obsesión era la de ver las formas en las que todo tiene que ver todo y, de base, una de las formas en las que todo tiene que ver con todo es cómo las cosas inspiran cosas nuevas. Me parece muy loco haber llegado hasta acá -¡más de un año de Sublimes Obsesiones!- y nunca habernos detenido a hablar de algo fundamental para la existencia de todos los temas que hablamos acá: la inspiración.
Creo que la inspiración es un tema que atraviesa a todos los Sublimes Obsesiones -¿”Sublime Obsesiones”? ¿”Sublimeobsesiones”? ¿Cómo sería el plural?- porque siempre estamos hablando de cómo el tema de la quincena inspira a los artistas y diseñadores que luego lo plasman en obras. Cómo la masculinidad inspiró a Tom of Finland o cómo el desamor es la fuente inspiradora de un montón de arte o incluso en el último SO cuando hablamos de la forma en la que el pasado inspira constantemente a John Galliano.
Es bastante difícil definir qué es la inspiración o cómo funciona. A grandes rasgos podemos decir que la inspiración es algo que nos impulsa a crear otra cosa. Desde escribir un libro a probar una receta o cambiar los muebles de lugar. Bueno al final no era tan difícil. Lo imposible, en realidad, es señalar con precisión cómo funciona la inspiración. Qué es lo que a cada une le hace mover los engranajes de la cabeza.
En Los Espigadores y la Espigadora (2000) Agnès Varda, mi ídola absoluta, una persona que adoro y de quien tengo un tatuaje, hace lo que hacen los mejores documentales: toma un tema que parece simple pero lo va desmenuzando para encontrar una profundidad hermosa. Un espigador es una persona que recolecta el sobrante de los campos luego de que se terminó de realizar la cosecha. Agnês recorre Francia yendo a distintas zonas agrícolas donde se cosechan diferentes frutas y verduras y charla con los espigadores de cada una. Obviamente, al mejor estilo Varda, el documental está cruzado por el tono juguetón y por la profundidad del análisis que hace. En un momento de la película, Agnês dice “No hay leyes que regulen el espigamiento de imágenes, de impresiones, de emociones” y también nos cuenta que en la definición de “espigar” se contempla una acepción figurativa: “recolectar hechos, acciones e información”. A lo que voy con todo esto es que producir, generar, despertar la inspiración es dificil, a veces sale como por un tubo, a veces está seco pero también sé que la inspiración se puede -se tiene que- buscar. Una de las formas más básicas de buscar la inspiración es algo que sabe hacer cualquier persona que se dedique al diseño o el arte: el “espigamiento” de fuentes. La recolección de imágenes, fragmentos de textos, películas, objetos, lugares, sentimientos. Es a lo que se refiere Agnès cuando habla del sentido figurativo del espigar.
Cuando uno estudia diseño o arte, o es artista, escritor, cineasta, lo que sea, uno a veces cree que la inspiración va a caer como un rayo, que va a ser la manzana de Newton golpeándonos la cabeza y que con eso vamos a hacer un descubrimiento revolucionario. Lo cierto es que la mayoría de las veces esto no es así. Cuando uno decide dedicarse a una ocupación creativa tiene que aprender a buscar. Para mi buscar está a la misma altura que crear. A veces uno tiene la vaga idea de algo que quiere hacer pero eso queda informe en la cabeza. Ahí comienza la búsqueda, las famosas referencias, la creación de un moodboard tiene que ser uno de los mejores amigos de un diseñador. Llenarse de imágenes, de ideas, de texturas, de sensaciones, de sentimientos. Esto después va a poder ayudar a darle forma a una idea imprecisa.
El tema de las referencias me lleva a uno medio polémico pero que está íntimamente relacionado con la inspiración. ¿Cuál es la línea que separa la inspiración de… la copia? Bueno, en el extremo encontramos a la copia burda de algo, eso es fácil de identificar, robar está mal, sobre todo porque muchas veces la copia la hace alguien con poder y medios sobre alguien pequeño, en escalada y reconocimiento. Esto puede ser un profesor robándole a un alumno -cosas que se hablaban cuando estábamos en la facultad-, una mega corporación robándole a un pequeño artista, un diseñador conocido robando una idea que vio por Instagram. Hay miles de estos casos y los vemos todos los días. Noticias de empresas que tuvieron que retirar productos porque son una copia denunciada por algún pequeño diseñador. Lamentablemente la mayoría de estas denuncias quedan en la nada sobre todo por la cantidad de recursos que requiere llevar adelante algo así. Pero, bueno, eso es un caso extremo. El tema de la copia es muy complejo porque está lleno de grises. ¿Cuándo acaba la inspiración y empieza la copia? Con algunas cosas, como en la tecnología, es fácil resguardar la idea de uno a través de las patentes pero en la esfera de la creatividad uno no puede sentirse atacado si alguien presenta un proyecto que tal vez se parezca un poco mucho al que uno hizo. Para mi, lo más importante, volviendo a un tema que hablamos en el SO anterior, es que la inspiración si o si nos tiene que llevar a crear algo nuevo. Si contamos una historia inspirada en otra podemos cambiar la perspectiva, si usamos una forma similar hay que pensar en otra función o material, si evocamos una obra, el artista tiene que justificar la forma en la que esta idea se enmarca dentro de su obra.
Hay un caso nacional de un objeto que debe ser el diseño más inspirador/copiado de la historia de nuestro país. Ya la mencioné varias veces pero creo que la silla BKF de Bonet, Kurchan y Ferrari es EL diseño nacional, el que más reconocido, el que más viajó por el mundo. También es el más copiado porque es sencillo hacerlo -y porque es hermoso-. La silla BKF nace en 1938 como un símbolo de la cruza de una Argentina que se está industrializando -la estructura de hierro- y una Argentina fiel a su tradición ganadera -el asiento de cuero de vaca-. Luego se popularizó y le sucedió lo que le sucede a los diseños más popular: se vuelven anónimos. Es algo curioso lo que sucede con el diseño a veces, la popularidad hace que empiece a ser imitado -o directamente copiado- y ese reconocimiento hace que el diseño se aleje del diseñador que lo creó pasando ese diseño casi al anonimato. A todos nos encantan los diseños del mid-century, lo Mad Men, pero pocos saben que, por ejemplo, Florence Knoll estuvo detrás de muchos de ellos. Es un poco como el monólogo de El Diablo Viste A La Moda. Sabemos cómo terminan las cosas pero no sabemos dónde se originan. Todos vimos por todos lados ya el banquito apilable que te venden hasta en Easy pero pocos saben el nombre de Alvar Aalto, que lo diseñó. Las sillas de Robin Day en dependencias del estado. Cosas así. Bueno, me desvié del tema pero muy apasionante este concepto de la popularidad y anonimización del diseño.
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A lo que iba es que la silla BKF fue copiadísima, sobre todo en otros países con el nombre más genérico de silla Mariposa, por la forma del cuero pero también fue y sigue siendo muy inspiradora y sobre todo homenajeada. Un ejemplo muy lindo y clásico -al menos en la ciudad- de la inspiración en la silla BFK es la que diseñó Juan Doberti para el ornato público. Lo que hizo fue tomar lo más característico de la silla -su forma- y con eso se creó un molde de cemento que la hace resistente y adecuada para estar a la intemperie y para ser usadas intensivamente. La silla se llamó “BKF2000”, por lo tanto es claro el sentido de homenaje, que tiene sentido por ser el objeto más emblemático del diseño local.
Ya hablamos de la búsqueda de la inspiración, de cómo nutrir la mente no solamente cuando tenemos una idea y queremos expandirla sino también para encontrar el punto de partida de algo nuevo. Pero también existe el momento eureka, ¿no? Cuando ves o escuchás algo cuando menos te lo esperabas que produce que se destraben los engranajes de la mente y empiecen a girar a mil por hora. Un motivo por el que elegí hablar un poco de Los Espigadores… es porque encontramos las dos cosas. Hay un pequeño momento que tal vez dentro del documental pasa desapercibido pero que después impactó mucho en la obra de Agnès. En un momento de su recorrido por Francia, ella y el equipo se encuentran filmando unos campos de papas donde se enteran de que de todas las papas que se cultivan solamente las que cumplen con cierto requerimientos de peso, tamaño y formas se venden y las demás se tiran y estas papas que se tiran luego pueden ser recolectadas por los espigadores. Hablando con uno de estos espigadores le cuentan que uno de los motivos para descartar las papas es la forma y allí ella descubre que se descartan las papas con forma de corazón.
Es maravillosa la forma en la que ella reacciona cuando ve la papa en forma de corazón y le grita al espigador “esa es mía, esa papa me la llevo” como un entusiasmo casi de nena, que es uno de los motivos por los cuales Agès Varda es una de mis personas favoritas. Esto no termina acá, se extiende más allá del documental. Comienza una fascinación con estas papas en forma de corazón y ella las empieza a coleccionar. Estas papas representaban un montón de cosas sobre la sociedad -por ejemplo hecho de ser consideradas “deformes” y que por eso no se podían empaquetar aunque estaban sanas-. Esta colección de papas lo que hace es transformar a Agnès Varda, a los 72 años, hasta ese entonces considerada una de las cineastas más importantes del mundo -mi mundo, al menos-, en una artista conceptual. Una nueva carrera surgida de esta pequeña inspiración, este pequeño flash de ver una papa con forma de corazón. Empieza a realizar videos con estas papas, les saca fotos y en el año 2003 es invitada a la Bienal de Venecia donde ella presenta Patatutopia, una instalación que mezcla pantallas con imágenes de papas con papas de verdad in situ e incluso ella vestida de papa -que es lo que yo me tatué-.
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En definitiva, como decía un poco más arriba, la inspiración es impredecible y a veces no llega con nada -¿cuántas películas existen cuya premisa es “un autor con bloqueo creativo hace un viaje que le cambia la vida”- pero yo si creo que es posible alimentarla. Es importante crear un archivo -físico o mental- en el cual la mente se pueda sumergir para buscar lo que necesitamos para crear algo nuevo -sin copiar, sin copiar-. Y tal vez esto sea de viejo gritándole a la nube pero también creo que es de vital importancia salir a buscar la inspiración, no solamente navegar instagram o pinterest. Hay que ir a los museos, hay que buscar libros en las ferias, hay que ir a las bibliotecas, recorrer las ciudades. Aunque parezca imposible en el año 2024, de verdad les digo que no todo está en internet. Saquen fotos de todo, tomen notas, llevense panfletos y programas. Hablen con gente. Y la otra cosa que me parece vital para alimentar la inspiración es abrirse de los intereses de uno, sobre todo si sentís que tus intereses están muy concentrados en un solo tema. Cuando cursaba en la facultad tenía compañeros a los que les gustaban los autos o las bicicletas y solamente leían e investigaban sobre autos y bicicletas y después todo lo que hacían terminaba pareciendo autos y bicicletas. Eso es un callejón sin salida, creo. Por eso es importante salir. Si te gustan los autos investigar como se hace un vestido de alta costura o si solamente leés no-ficción leer algún drama. Cambiar documentales porque ficciones y así. Es imprescindible no solamente para crear este archivo de referencias en la cabeza sino porque también hay que aumentar las chances de tener el momento eureka que es dificil de tener si uno está viendo siempre las mismas cosas.
Desde el comienzo de Sublime Obsesión yo dije que el objetivo final era charlar la forma en la que todo tiene que ver con todo y creo que la razón por la que esto me interesa es que descubrir cómo los temas están relacionados está unido a los mecanismos de la inspiración. Encontrar la unión entre dos cosas lo que hace es crear una tercera, lo mismo que produce la inspiración. Lo que me gustaría que quedara de Sublime Obsesión si queda algo es que sirva para inspirarse. Yo hago las conexiones y espero que a ustedes les sirva para crear algo nuevo. Nunca dejen de inspirarse y de buscar la inspiración. Si no creamos, no existimos.
Inspiradamente suyo
Joel 💋
Editor en Jefe de Sublime Obsesión